POSTURA TANTRA

LA GRAN POSTURA o postura supina tiene once variantes.
En todas ellas, la mujer se tiende de espaldas, mientras el hombre se sienta entre sus piernas.
Cada una de ellas, se realiza mientras el
lingam

de él se introduce en el yoni de ella.

1.Samapada Él levanta las piernas de ella y las coloca sobre sus hombros, al tiempo que introduce el lingam en su yoni.

2.Nagara Él se sienta en las piernas de ella, las levanta y las pone a ambos lados de su cintura, mientras introduce el lingam en el yoni.

3.Traivkrama Ella deja una pierna extendida y apoyada sobre la cama, mientras coloca la otra sobre la cabeza de él, que la sostiene con ambas manos.

4.Vyomapada Ella levanta ambas piernas y las dobla hasta tocarse la cabeza, sosteniéndolas con sus manos, mientras él apoya ambas manos sobre los pechos de ella.

5.Smarachakrasana o postura de la rueda de Kama Él extiende los brazos a cada lado de ella tanto como le sea posble, mientras introduce el lingam en el yoni.

6.Avidarita Ella levanta ambas piernas, de forma que pueda tocar el pecho de él, mientras el la abraza, al tiempo que introduce el lingam en el yoni.

7.Saumya Él se coloca en cuclillas sobre sus pies, coloca las manos debajo de la espalda de ella y la abraza con fuerza, mientras ella se abraza fuerte a su cuello.

8.Jrimbhita El cuerpo de ella se debe doblar en arco. Para ello se colocan almohadones bajo las caderas y la cabeza. Él se arrodilla sobre otro almohadón, mientras levanta el vientre de la mujer.

9.Veshita Ella cruza las piernas levantando un poco los pies y en esa posición se introduce el lingam en el yoni.

10.Venuvidarita Ella coloca una pierna sobre el hombro de él mientras deja la otra extendida y apoyada sobre la cama.

QUE ES EL TANTRA?

ENERGIA
EL TANTRA:
Es una de las tendencias en el hinduismo contemporáneo y constituye la práctica principal en todas las escuelas del budismo tibetano.

Incluye técnicas de meditación y ritualización a través del acto sexual.

Mediante las cuales se integran las energías femeninas y masculinas y se obtiene el placer total, y por lo general se nos dice que el método de la mano derecha es más «elevado». Ello no es así en el tantrismo budista, en el cual los tantras inferiores (entre los sarmapa) o externos (entre los ñingmapa) excluyen la unión erótica, mientras que los tantras superiores o internos pueden incluirla (y de hecho algunas tradiciones afirman que sin la unión en cuestión es imposible alcanzar la realización).

El objetivo del tantra es la reintegración del individuo en la pura conciencia, la energía  es el vehículo mediante al cual la consciencia individual se une con la conciencia pura o divinidad.

 

El Tantra y el control de la Energía Sexual

Las técnicas del Tantra se basan en el control de la energía sexual. Solo cuando se adquiere la habilidad de controlar, en forma perfecta y sin esfuerzo, la energía sexual, se puede decir que se está logrando dominar las técnicas tántricas.

Esto implica ser capaz de mantenerse funcionando sexualmente, sin necesidad de eyacular en el momento de máximo placer sexual o de experimentar orgasmos de los que llamamos internos.

De lo que estamos hablando no es de otra cosa que de la retención del semen. En el semen, y especialmente en el momento de su expulsión, se acumula una gran cantidad de energía creativa, se podría decir que contiene «conciencia» que es tontamente desperdiciada en el momento en que se produce la eyaculación, en que ese semen es expulsado del cuerpo, en una forma que, además, es sucia e incomoda de manejar.

Aunque esto ultimo no tiene relación con las razones por las que hay que controlar la eyaculación.

La verdadera razón es que si se evita la eyaculación y se permanece cerca del orgasmo pero sin llegar a él, grandes cantidades de energía se generan, creándose mas y mas poder.

Y luego este poder, si no es expulsado, puede ser puesto nuevamente en funcionamiento dentro del ser, puede utilizárselo para lograr la creación de efectos, para mantener el cuerpo en funcionamiento, para producir la elevación.

Con esta energía se pueden llegar a metas superiores, tanto en lo mental como en lo físico y lo espiritual.

El poder reproductivo, el poder de la vida, se puede utilizar para formar dos tipos de energía superior, que se llaman Ojas y Tejas. Esto es lo que nos enseña la ciencia de los antiguos.

El practicante eleva su semilla hasta el centro de poder en su coronilla, el Sahasrara, donde se transforma en lo que se conoce como Soma, el néctar de la inmortalidad.

Luego, el sistema linfático (que esta compuesto por un fluido conocido como linfa que baña los tejidos y se encarga de mantener la salud del organismo y ayudar en la regeneración de tejidos. Es el principal productor de anticuerpos) toma posesión de esta semilla y energía, gracias a los ejercicios tántricos y es llevado por este hasta el cerebro, donde se lo procesa y se lo convierte en energías extremadamente sutiles (como las nombrábamos antes, Ojas y Tejas), que luego pueden ser usadas por la mente superior, cuando se consigue la elevación al plano superior de conciencia.

La Teja es la energía que produce el halo alrededor de la cabeza de los santos y la Ojas se relaciona con la consecución de una vitalidad extraordinaria, gran poder y virilidad.

Así como el cuerpo y el cerebro humano necesitan de proteínas, el cerebro superior necesita de estos dos tipos de energía para poder funcionar correctamente.